Correr o morir,

El corredor del laberinto- James Dashner

12:13 agustin 0 Comments






Hay libros extraños, sin duda. Esos que de hecho cumplen el otro significado de la palabra especial. ¿Saben lo que digo? No obstante, hay unos que están como en lo intermedio, aunque nada es más allá que aquí, me explico: Te gustan y más, pero no dejas de sentir una sensación extraña, puede que seas tú, pero, como sea, la sientes. Quién sabe, pero este libro fue una despótica maravilla especial.

            Thomas, sin más, así, solo, pelado (...) Se encuentra en un elevador de metal, acaba de despertar, y aparte del frio, de la oscuridad, y de la melodía rechinante de su opresor metálico, no recuerda que hace ahí, peor, no sabe de buena tinta que hace ahí.

            Al abrirse por fin la puertas metálicas descubre una extensión infinita de tierra y naturaleza peculiar, tan grande y extraordinaria, que no sabes si tu estas ahí, pero simultáneamente limitada por paredes gigantescas que se conocerán como el laberinto, además, hay diferentes chicos, chicos sin generalización de géneros, solo chicos que hablan, y se ven como Amish (Canal equivocado) El está confundido (Ni modo, a falta de Google…) No tiene más raciocino que el de su extraño, también, nombre. No conoce a nadie, no conoce nada, incluyéndose. ¿Qué es lo que hace ahí? ¿QUÉ es todo eso?

            Thomas se encuentra en medio de una incidencia magnánima en cuanto lo que puede significar: Malo.

            No le queda más que adentrarse en este inédito paradigma.

Al conocer a algunos de los habitantes del claro—como se llama el lugar en el que aparece—descubre que cada mes llega un nuevo habitante con provisiones para todos, se organizan entre los que cocinan, los que están en el matadero, los dirigentes, los que van a recorrer el laberinto todo los días que circunscribe a todo el claro, con un objetivo claro y sin variación más de la necesaria: Encontrar la salida. Una vida llena de incógnitas y falta de respuestas, llena de horres y peligros pero apetecible por alguna razón, solo viven de una forma, de la forma que saben, otro misterio, que más queda. Esa es la vida de los habitantes en el laberinto.

O al menos lo era antes de que llegara Thomas.

El corredor del laberinto me fue una lectura sorprendente entre lo increíble y la paradójico, quizás porque en su tiempo, mi octava saga/trilogía leída, fue nuevo en todos los sentidos. Uno no sabe que se va a encontrar en el mundo literario, sin embargo, suele esperase algo, pero nunca algo como este libro.

Tiene una trama que roza lo complejo en general, desde todo el misterio y la intriga que impregna cual cascara de Niágara, como el inaudito ambiente en el que se desarrolla, como, si no fuera poco, la escritura exacta, ambientada tal cual para la historia.

Sorprende desde el instante que se ve su portada, su nombre, o, si no es suficiente lo anterior, su resumen argumental, y si las ganas intrínsecas curiosas antes de leerlo aun no son asaces, acrecientan al abrir su contenido.

Me gusto desmedidamente este librazo. Es trama, trama, trama, trama, y todas las veces que una persona pueda decir trama por lo que esté la existencia. Yo en lo personal soy lector de trama, los personajes son los secundarios para mí, aunque sea por los personajes que exista generalmente la trama. La trama es lo que mantiene, lo que reflexiona, lo que hace gritar, lo que te sorprende, el designio que te correspondió en la vida, lo que te deja una ceja elevada y una incertidumbre tremenda, lo mismo que hace este libro. Me encanta por eso. Por ser la trama el personaje desarrollador principal. Tiene un ritmo de: Sucedió esto, pero, ¡aja!, ahora sucede esto. Con capítulos dignos de serie de TV, puesto que cada final es una expresión de: SIUGUIENTE. Y la esencia del misterio. Es una novela que obliga por su propia fuerza latiente a leerla. Nunca deja de sorprender, siempre da más de sí misma.

Su escritor hizo un trabajo de muchos borradores previos, muchos; tiempo para desarrollar, y mucho, mucho de lo cual no puedo suponer. No es un libro para nada hacedero de escribir, ya que es una trilogía, y todo lo que sucede en este libro, que ha de cerrar su propio ciclo para ser óptimo y de infarto, debe seguir ecuánimemente el hilo argumental primordial sin destornillarse. Y, al menos por ahora, James Dashner lograr sorprender con su trabajo de una forma que alcanza  dominar a las masas.

Sus protagonistas, que son varios, reciben su propia personalidad, aun siendo opacados por la trama, para nada son menos, están muy bien desarrollados, uno sabe quién es cada Shank, porque son todos unos Klunk de primera aptitud.



Llena de calidad gramatical, de una trama complejamente tejida, todo haciéndolo trepidante, El corredor del laberinto no es un libro que se aparece a…Es único en su propio genero. Nadie se puede resistir al tal magnetismo de su súper portentosa originalidad, y, si no es así, no es más que los sentires intrínsecos zafios colisionados, pero ese es otro tema.














Un libro diferente de verdad, muy poderoso en originalidad y estilo. Es un libro que debe de leerse para rellenar las falta de más en la literatura.



2/5

“Literalmente sorprendente”




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Nota: Cualquier equivocación con el nombre del libro/película, de los personajes, lugares, así como de la trama, aspectos técnicos, ortografía, entre otros; son producto del olvido y/o descuido. Absuelvan el desliz, y por favor señalarlo para poder  rectificarlo debidamente. Gracias.



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